Ex chofer de Moria cayó detenido, era jefe de una banda narco
Los trastornos que Schedden ocasionaba en el edificio de Moreno al 2600 quedó patentado en la ovación que cayó anoche desde los balcones en el momento en que era trasladado al móvil de Drogas Ilícitas, repartición policial que efectivizó su detención.
Schedden estaba en libertad a la espera de la elevación a juicio de otra causa por la que había sido apresado en 2019, luego de que se estableciera que cumplía un rol importante en un boliche de Corrientes al 1600 en cuyo interior se comercializaban estupefacientes.
La investigación que derivó en el procedimiento de anoche estuvo a cargo del fiscal Leandro Favaro tras una denuncia en la que se aseguraba que dentro del edificio de la calle Moreno había un departamento en el cual se fraccionaba y vendía cocaína. Pero además algunos vecinos del mismo lugar señalaron un dato curioso: Schedden y sus cómplices ocultaban parte de la droga en el hueco del ascensor. Para ello lo trababan en pisos superiores y luego entraban para guardar allí la droga.
El funcionamiento de ese “point” había trastocado la tranquilidad no solo del edificio sino también de la cuadra, ya que por la noche se veía merodeo de consumidores, muchos de ellos en estado de intoxicación y con raptos de violencia.
Durante el allanamiento la policía además de detener a Schedden también atrapó a los otros dos miembros de la célula de narcomenudeo, al margen de secuestrar cocaína en envoltorios ya dispuesta para la venta.
En la actualidad Shedden permanecía excarcelado a la espera de que la causa iniciada en el año 2019 llegue a instancia de juicio. En ese expediente afronta cargos por el delito que se configura cuando alguien “entregue, suministre, aplique o facilite a otros estupefacientes a título oneroso. Si lo fuese a título gratuito, se aplicará prisión de 3 a 12 años. (LaNacion.com.ar)
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