Las nuevas medidas restrictivas que analiza el Gobierno porteño
El aumento acelerado de contagios y la ocupación de camas de terapia intensiva obliga al Gobierno porteño a evaluar su estrategia epidemiológica. Al término de esta semana habrá nuevas definiciones sobre el rumbo de las restricciones en el Área Metropolitana de Buenos Aires, y esta vez la Ciudad apoyaría endurecer las medidas con el objetivo de reducir la circulación de personas.
Los últimos días el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se reunió con la mesa chica y se planteó la preocupación por el porcentaje de ocupación de camas UTI. Según se informó, se propusieron posibles alternativas para limitar aún más las actividades para evitar la aglomeración de personas.
Las decisiones están sujetas al análisis de las medidas vigentes y a las cifras de nuevos infectados de las próximas 48 horas. El Decreto de Necesidad y Urgencia que firmó el Presidente Alberto Fernández se encuentra vigente hasta el viernes, pero a partir de hoy comenzarán a vislumbrar con mayor precisión el camino a seguir a partir de mayo.
En el gobierno porteño hablan de sumar restricciones a las actividades comerciales y a las reuniones sociales. Sin embargo, tienen en cuenta otras variables: pesa lo político, el humor social y las presiones de sectores comerciales que afirman no poder resistir un nuevo cierre.
Lo cierto es que barajan la posibilidad de que se limite aún más el número de gente permitida en el interior de los locales, e incluso que sólo esté permitido la atención de la puerta hacia afuera: una suerte de "comercio al aire libre". La misma lectura hacen de bares, cervecerías y restaurantes, donde reforzarían los controles para que se respete la prohibición vigente de atención dentro de los locales gastronómicos.
En el gobierno porteño hablan de sumar restricciones a las actividades comerciales y a las reuniones sociales. Sin embargo, tienen en cuenta otras variables: pesa lo político, el humor social y las presiones de sectores comerciales que afirman no poder resistir un nuevo cierre.
Lo cierto es que barajan la posibilidad de que se limite aún más el número de gente permitida en el interior de los locales, e incluso que sólo esté permitido la atención de la puerta hacia afuera: una suerte de "comercio al aire libre". La misma lectura hacen de bares, cervecerías y restaurantes, donde reforzarían los controles para que se respete la prohibición vigente de atención dentro de los locales gastronómicos.
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