Coppola reveló la verdad sobre la falsificación de la firma de Maradona
Si hay alguien que sabe de los hábitos, los vicios y las manías de Diego Maradona ese es Guillermo Coppola. Desde su casa por América, el ex representante del jugador más grande de todos los tiempos se refirió a la polémica en torno a la falsificación de su firma. Porque según trascendió, a Diego Maradona antes de morir le falsificaron su firma.
“Hay tres cosas que a Diego lo enfermaban o lo enloquecían. ‘¡Cuídate, campeón!’… ‘Cuídate vos y la...’. Les largaba un rosario de malas palabras. ¿Después? Que le pusieran la mano en el hombro. Príncipe Carlos. Palacio de Buckingham. ‘Decile a este narigón que me saque la noma (sic) del hombro’, me dice. ‘Este me tiene abrazado y hay veinte fotógrafos. Es el hermano del tipo que fue a las Malvinas y nos bajaron…’.”, recordó Coppola sobre las excentricidades del Diez y para empezar su análisis sobre la falsificación. Y lo hizo, como siempre, con anécdotas tan atractivas como genialmente contadas.
“Y lo último que no le gustaba: la firma”, anticipó para lanzarse a un nuevo relato. “Salumiere de Napoli. Yo las recorría todas”, contó en relación a las carnicerías de la ciudad italiana que tan feliz fue gracias a Diego. “Un día voy con el. Camiseta encuadrada con firma de Diego. ‘Esa firma no es mía’, le dice al salumieri. Mañana le traigo una y se la firmo delante suyo, pero dígame como llegó esta camiseta firmada. Estuvo dos días buscando al responsable”, rememoró el manager histórico del jugador. “Había sido el de la Sociedad Deportiva Calcio Napoli… Un empleado”, apuntó y se metió de lleno en el tema.
“Muchas veces venía la gente para que firmara algo y Diego estaba cansado de firmar, pero nadie se animaba a hacerlo por él porque sabíamos que se enojaba”, aseguró Coppola y eso se contrapone con los dichos que aseguran que su abogado, Matías Morla, y su médico, Leopoldo Luque, tenían autorización para hacerlo por él.
“Y así como te cuento eso, te cuento esto otro”, siguió. “En el tren de la confianza, Diego te firmaba un papel en blanco, por si necesitabas algo. Pero hacerle la firma de él era motivo de enojo”, sentenció el hombre que estuvo junto a Maradona durante más de una década, en dos etapas, en la época dorada del jugador. Repasó además que la firma que dice “Diego” y se completa con un número 10 entre paréntesis era más bien deportiva. Que en cambio la original, aquella que usaba para los documentos importantes, es más larga, con su nombre completo y es la que ahora fue adulterada. “Juró que viendo la que hoy fue falsificada, puedo asegurar que no es la de él”, apuntó con contundencia Coppola mirando la pantalla de estudio de Intratables, dónde se proyectaba una foto con los documentos falsificados.
“Hay tres cosas que a Diego lo enfermaban o lo enloquecían. ‘¡Cuídate, campeón!’… ‘Cuídate vos y la...’. Les largaba un rosario de malas palabras. ¿Después? Que le pusieran la mano en el hombro. Príncipe Carlos. Palacio de Buckingham. ‘Decile a este narigón que me saque la noma (sic) del hombro’, me dice. ‘Este me tiene abrazado y hay veinte fotógrafos. Es el hermano del tipo que fue a las Malvinas y nos bajaron…’.”, recordó Coppola sobre las excentricidades del Diez y para empezar su análisis sobre la falsificación. Y lo hizo, como siempre, con anécdotas tan atractivas como genialmente contadas.
“Y lo último que no le gustaba: la firma”, anticipó para lanzarse a un nuevo relato. “Salumiere de Napoli. Yo las recorría todas”, contó en relación a las carnicerías de la ciudad italiana que tan feliz fue gracias a Diego. “Un día voy con el. Camiseta encuadrada con firma de Diego. ‘Esa firma no es mía’, le dice al salumieri. Mañana le traigo una y se la firmo delante suyo, pero dígame como llegó esta camiseta firmada. Estuvo dos días buscando al responsable”, rememoró el manager histórico del jugador. “Había sido el de la Sociedad Deportiva Calcio Napoli… Un empleado”, apuntó y se metió de lleno en el tema.
“Muchas veces venía la gente para que firmara algo y Diego estaba cansado de firmar, pero nadie se animaba a hacerlo por él porque sabíamos que se enojaba”, aseguró Coppola y eso se contrapone con los dichos que aseguran que su abogado, Matías Morla, y su médico, Leopoldo Luque, tenían autorización para hacerlo por él.
“Y así como te cuento eso, te cuento esto otro”, siguió. “En el tren de la confianza, Diego te firmaba un papel en blanco, por si necesitabas algo. Pero hacerle la firma de él era motivo de enojo”, sentenció el hombre que estuvo junto a Maradona durante más de una década, en dos etapas, en la época dorada del jugador. Repasó además que la firma que dice “Diego” y se completa con un número 10 entre paréntesis era más bien deportiva. Que en cambio la original, aquella que usaba para los documentos importantes, es más larga, con su nombre completo y es la que ahora fue adulterada. “Juró que viendo la que hoy fue falsificada, puedo asegurar que no es la de él”, apuntó con contundencia Coppola mirando la pantalla de estudio de Intratables, dónde se proyectaba una foto con los documentos falsificados.
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